Carencia de una hipoteca

Desde el pasado 14 de marzo los ciudadanos tenemos que permanecer en casa debido al confinamiento impuesto por la crisis sanitaria. Todos los trabajos no esenciales se han paralizado, provocando numerosos problemas para miles de ciudadanos. ¿Eres propietario y has perdido tu trabajo? ¿Estás afectado por un ERTE?

En estos casos, una de tus principales preocupaciones estará relacionada con el pago de la hipoteca, que según el INE en la actualidad supone más del 30% del gasto familiar. Para solucionar este problema tenemos varias opciones a nuestra disposición, siendo una de las más convenientes la carencia de la hipoteca.

 

¿Qué es una carencia de hipoteca?

Básicamente, se trata de un periodo de tiempo en el cuál no pagaremos la hipoteca (carencia de hipoteca total) o abonaremos una cantidad menor a la habitual (carencia de hipoteca parcial). ¿Así de sencillo? Bueno, tendrás que contar con el visto bueno de tu entidad bancaria y negociar las condiciones.

Por norma general, en las carencias de hipoteca total no pagarás ni capital ni intereses, mientras que en las carencias de hipoteca parcial sí que tendrás que hacer frente a los intereses. En este último caso, el ahorro total está en torno a un 60%, aunque cuando acabe el aplazamiento tu cuota se elevará ligeramente para compensarlo.

 

¿Cómo solicitar una carencia de hipoteca?

Lo mejor es que tu hipoteca cuente con una cláusula de carencia inicial, aunque la realidad es que muy pocas entidades la proporcionan. No obstante, puedes negociarla con el banco antes de firmar la hipoteca y si no queda más remedio, después de hacerlo. Además, en la situación actual que estamos atravesando, las entidades crediticias serán más favorables a aceptar esta figura.

Por ejemplo, Bankia ofrece una Hipoteca Autopromotor para usuarios que quieran construir su propia casa, que contempla una carencia parcial con una duración de hasta 2 años. Mientras que Ibercaja te brinda la oportunidad de una carencia parcial de las hipotecas tanto fijas como variables durante 24 meses, en los que solo pagarás intereses. Negociar con bancos que ya proporcionan este tipo de servicios resultará por norma general más sencillo.

 

Consecuencias de una carencia de hipoteca

Antes de pactar una carencia hipotecaria, deberías tener muy claro todo lo que implica. Como hemos comentado, cuando la retomes las cuotas serán un poco más altas a las que tenías anteriormente. Además, el coste final del préstamos y las cuotas serán más elevados, lo que se traduce en una mayor cantidad de intereses que tenemos que devolver.

También asumirás cualquier gastos debido a los trámites necesarios para cambiar tu contrato. Y finalmente, cada banco es libre de exigirte sus propios requisitos. Como por ejemplo, que hayas abonado cierto porcentaje de cuotas hasta el momento, contrates productos vinculados o aceptes una subida del tipo de interés.

¿Qué alternativas existen a una carencia de hipoteca? Puedes solicitar alargar el plazo de la hipoteca, por lo que las mensualidades se reducirán a cambio de un incremento de los intereses a devolver. O bien acogerte al Código de Buenas Prácticas bancarias, que cuenta con un plan de actuación para evitar la ejecución del préstamo.