El ejecutivo de Pedro Sánchez ha establecido una serie de medidas para paliar la crisis económica por el Covid-19. Una de las más destacadas ha sido la moratoria en el pago de las hipotecas, que hasta el momento ha recibido más de 500.000 solicitudes. Sin embargo, se estima que menos del 15% de los ciudadanos cumple con los requisitos para disfrutarla.

 

Requisitos muy exigentes

¿A qué se debe este bajo porcentaje? Según algunos especialistas, los requisitos para solicitar la moratoria impuestos por el Estado son muy exigentes. En la actualidad, existen aproximadamente 5 millones de hipotecas activas en nuestro país, con una cuantía que supera los 500.000 millones de euros. Ante esta situación, las propias entidades han puesto en marcha sus propias moratorias con unas condiciones más asequibles.

 

¿Quién puede acogerse?

Todas las familias que se encuentren en una situación de precariedad económica debido a la crisis sanitaria y tengan un préstamos hipotecario vigente pueden solicitar la moratoria. Que en caso de ser aceptada, supondrá la suspensión de las cuotas durante 3 meses sin ningún tipo de interés adicional. Ten en cuenta que solo se aplica a la residencia habitual, no a segundas viviendas o inmuebles vacacionales.

Si te interesa, es necesario ser demandante de empleo o tener un negocio cuyos ingresos hayan descendido en más de un 40%. Además, los ingresos del núcleo familiar no pueden superar en 3 veces el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples) y la cuota hipotecaria más suministros ha de ser del 35% o más de los ingresos netos.

 

Alternativas a la moratoria de hipotecas

¿No ha sido aceptada tu solicitud de moratoria para la hipoteca? En este caso, se abren dos nuevas opciones: pedir una subrogación del préstamo o cancelar la hipoteca y trasladarla a otra entidad financiera. De hecho, muchos bancos están mejorando las condiciones para echarle una mano a sus clientes, así que estamos en un excelente momento para cambiar de entidad y ahorrar una considerable cantidad de dinero.

 

Subrogar la hipoteca

La subrogación es una vía bastante habitual cuando no estamos contentos con las obligaciones de la hipoteca o bien queremos cambiar el tipo de interés. La hipoteca se mantiene en una nueva entidad bancaria con condiciones más ventajosas y es un proceso gratuito a menos que la efectuemos durante los 3 primeros años de la concesión del préstamo.

 

Cancelar la hipoteca

La cancelación es un procedimiento bastante similar, pero se diferencia en que el nuevo banco se hará cargo de la totalidad de la deuda que teníamos pendiente con el anterior. Y a continuación, se redactará un nuevo documento de la hipoteca. Esta modalidad tiene costes para los usuarios, que tendrán que abonar por ejemplo los costes de formalización.

 

¿Cuál es más recomendable?

En líneas generales, subrogar suele salir a cuenta cuando ejecutamos esta opción durante los primeros años del préstamo. Es decir, cuando los intereses todavía están muy por encima del capital amortizado. Y también si compramos una vivienda de segunda mano con una hipoteca previa en peores condiciones que las que proporciona el mercado actual. No obstante, si quieres acertar con tu decisión, te recomendamos que cuentes con la ayuda de un agente inmobiliario.

 

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