El confinamiento social ha cambiado en gran medida la percepción que tenemos de nuestros hogares. Ya que al pasar más tiempo en la vivienda se hace evidente la falta de espacio, la importancia de la iluminación natural o las zonas al aire libre. Por supuesto, el precio y la localización siguen siendo factores determinantes, pero llama poderosamente la atención que más de un 40% de los inquilinos hayan cambiado de residencia en los últimos meses. ¿Quieres saber los motivos?
El perfil de inquilino post Covid
El perfil de los usuarios que prefieren la opción de alquiler apenas ha variado con la pandemia. Sin embargo, la media de edad desciende de los 40 a los 38 años y se decanta ligeramente hacia inquilinos con un nivel socioeconómico medio o alto. Y es que, debido a la inestabilidad económica, los parados o jóvenes en precariedad lo tienen mucho más complicado para acceder a una vivienda.
El teletrabajo
El teletrabajo lleva muchos años entre nosotros, pero no ha sido hasta hace unos meses que hemos descubierto su auténtico potencial. Suele ser más habitual entre los jóvenes, que valoran la flexibilidad laboral por encima de cualquier otra cosa y prefieren el alquiler a comprar una vivienda en propiedad.
De hecho, se estima que aproximadamente un 30% de los inquilinos trabajan desde casa, por lo que tendrán muy en cuenta que el inmueble esté equipado para esta tarea. Por ejemplo, disponer de una habitación para el despacho es uno de los mayores reclamos en la actualidad. Sin olvidarnos del acceso a una buena conexión a Internet y un equipo informático.
Viviendas más alejadas
Vivir en el centro todavía se considera un lujo, pero cada vez son más los ciudadanos que se plantean abandonar las zonas con mayor densidad demográfica para irse a la periferia o a algún pueblo cercano. Esto les permite alquilar por el mismo precio inmuebles más grandes, tranquilos y con espacios al aire libre.
Espacios al aire libre
Ya que lo mencionamos, muchas personas (especialmente aquellas que apenas paraban en casa para comer o dormir) se dieron cuenta durante la pandemia de que su contacto con el exterior se limitaba a asomarse por la ventana. En la actualidad, se valoran mucho las viviendas que disponen de espacios al aire libre, como una terraza, patio, jardín, piscina o un simple balcón.
¿Bajará el precio del alquiler?
Según datos de la OCU, se prevé una fuerte caída del precio del alquiler debido al incremento del número de parados, la más que probable subida de los impuestos y la reducción generalizada de los ingresos familiares. La organización de los consumidores cree que esta tendencia se mantendrá durante 2021, sobre todo en las zonas más pobladas.
Aunque todo depende de cómo evolucione la crisis sanitaria, la llegada de nuevos rebrotes y el tiempo de desarrollo de la vacuna. En este sentido, los expertos son bastante optimistas, ya que el mercado inmobiliario es mucho más sólido que el de 2008 y tenemos el respaldo de las ayudas europeas.